Los huesos volvieron a chocar contra el barro del desvencijado tazón. El murmullo del festival próximo impedia que el silencio expectante se impusiese.
-Samurai-sama, lo que aqui pone no es agradable - dijo la anciana mirando con finjida preocupación a su cliente.
- Sea lo que sea prodré asumirlo, ¡Habla!- espeto impaciente Yusuke que se empezaba a sentir igual de inquieto que su compañero.
Tras unos instantes, en los que la vieja parecía cavilar si sería mas pruedente hacerle caso al samurai o no, finalmente se decidió a hablar - Amor no correspondido, tragedia, muerte... - la anciana pareció nuevamente meditar sobre lo que veía - No, Amor no. Amistad, tragedia, muerte...- El joven samurai escuchaba atentamente como tratando de darle diversos significados a lo que oía, la adivina prosiguio - ... la confianza te llevará a tu sino fatal mas no sufras pues tu honor jamas será mancillado.-
Nuevamente el ruido proveniente del festival y las explosiones de los primero fuego artificiales fuerón los únicos ruidos plausibles.
- Gracias adivina - Yusuque ya se estaba dando la vuelta para macharse cuando esta vez fue Nagatora quien se lo impidió.
- Vamos Yu-san. ¿No me digas que la predicciones de la vieja te inquietan? - trato de poner un tono socarrón para animar a su amigo pero lo cierto que ahora tenía curiosidad sobre la última predicción que la desdentada bruja les debía - Además, ya que has pagado, quiero que tu dinero rente al máximo -
La vieja cogió una vez mas los huesos de su antiguo tazón - Como deseeis samurai-sama-
Capitulo 4
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