sábado, 31 de marzo de 2007

Bayushi Toshiro, Ojos Sinceros

Una máscara, una fachada,… toda su vida, desde el momento en el que nació, la gente espero de él lo que sus ancestros dictaron que se debía esperar de su familia. Era un Bayushi, descendiente del fundador de su clan, una persona que no dudo en sacrificar su honor por el bien de un Imperio que nunca se lo agradecería.

Tras los contornos de su ornamentada máscara su expresión denotaba rectitud y severidad algo que jamas llegaría a ver nadie. Tan solo serían capaces de ver el demonio tallado en su segunda piel… “basta!” pensó Toshiro harto de las normas impuestas por una sociedad que no era capaz de ver mas allá de lo que estaba escrito. “El escorpión es malo y traicionero, el cangrejo bruto y desaliñado, el dragón enigmático y misterioso,…” Él se encargaría de romper esos mitos.

-Toshiro-san, es el momento de mostrar la autentica fuerza del escorpión, es el momento de desbaratar el plan Cangrejo para conseguir el favor del Unicornio debemos… - insinuaba con voz aterciopelada la Dama Aiko antes de ser interrumpida de manera brusca por el joven escorpión.

-¿Y la alianza con el León?- dijo Toshiro sin apenas mostrar síntomas de emoción.

-¡Con esos estúpidos!- exhorto la doncella en la intimidad del cuarto ante de respirar hondo y recuperar la compostura –Sin duda, Toshiro-san, comprenderéis que el León no es sino otra herramienta para manipular en beneficio de nuestro Clan. La alianza que nos proponen será rehusada y moveremos las notas de la melodía que se compone desde las sombras- dijo sonriendo maliciosamente al samurai.

“Herramienta, manipular, sombras,…” Toshiro estaba harto de oír esas palabras en boca de sus hermanos de clan, harto de acatar las ordenes en contra de su voluntad, harto de ir en contra de sus principios – Si el León desea una alianza, si el León busca ayuda… la tendrá- fueron las cortantes palabras del Bushi. La estupefacción se dibujo en el rostro de Aiko y tras observarla fríamente durante unos instantes Toshiro prosiguió – No te preocupes, Aiko-san, no interferire en los planes de nuestro Clan si es lo que os preocupa, jamas seré una amenaza para nuestro señor o sus planes, tan solo ofreceré mi ayuda desinteresada al Clan del León- por primera vez era fiel al camino que su conciencia dictaba tomar, por primera vez empezaba a vislumbrar lo que el autentico bushido puede aportar al alma del que lo comprende y llega a dominarlo.

-Haced lo que deseéis Toshiro. Pero no contéis con el respaldo del clan- fría como el hielo, afilada como el filo de una espada… así sonaban las palabras de Aiko, tras las cuales se quedo mirándolo fijamente sin incurrir en sonido o movimiento alguno escrutando su reacción ante lo que le había dicho. “Que Ironía…” penso Toshiro, lo que tanto había detestado, el hecho de no poder demostrar lo que sentía por que una fachada impedía a los demás ver su sinceridad, era lo que en estos momento mas placer le provocaba… debajo de su máscara el escorpión sonrió aunque la doncella que estaba junto a él jamas sabría que lo había hecho.

El fornido samurai recogió su daisho y abandono la estancia sin mirar hacia atrás en ningun momento.

To Be Continued…

miércoles, 21 de marzo de 2007

Hoshi Tenzen, Largo Sendero

El samurai había hecho un largo viaje solo para verle. Su pecho subía y bajaba rítmicamente al compás de su agitada respiración. Los colores del Cangrejo bañaban su armadura, gris piedra y azul medianoche. Pese al cansancio que sin duda ahogaba sus músculos el hombre aun tenía un brillo de determinación en sus ojos… la misma determinación que le había llevado hasta él.

-Tenzen, mi nombre es Yuichiro, gunso del clan Cangrejo, necesito de vuestra ayuda- dijo sofocadamente mientras gotas de sudor resbalaban por sien y apenas podía mantenerse en pie.

Durante unos instantes el monje le observó detenidamente. Hasta no hace mucho tiempo el había sido igual… imponente, seguro de su estúpida ignorancia. Yuichiro no era diferente de los demás samurais, pero además era de su antigua familia, no pudo sin mas que preguntarse “¿sabe quien soy realmente?”. Por unos instantes guardo un incomodo silencio que el siniestro samurai Cangrejo terminó por romper.

-Si me lo permites. Creo que el Imperio esta en peligro y estoy buscando personas de capacidades excepcionales para enfrentarse a la amenaza que nos sitia. En realidad, continuo con la labor de mi hermano, Kukichiro.- El dragón vio su pasado tomar vida en su mente, ese nombre le traía amargos recuerdos, pero lo que mas le preocupaba es si el Cangrejo lo vería reflejado en sus ojos.-Kukichiro sabía de la amenaza y recopiló una serie de nombres en una lista… no se como eran seleccionados… pero tú estabas entre ellos, Tenzen-san-.

Sin duda al samurai le había costado llegar hasta allí, una enorme cima tal vez no tan imposible como escalar la montaña mirumoto pero si complicada, ahora al menos ya sabía que no le estaba buscando por un tema personal. – ¿Has cruzado la catarata de Lu-sang, escalado el pico de Fu-Tao y atravesado los riscos de Kazedo… solo para solicitar mi ayuda en una búsqueda de la cual no sabemos su objetivo?- pregunto el monje tras medir sus palabras. –Hai- fue la seca respuesta del samurai Hiruma.

Otro silencio tenso se inicio, durante unos instantes que Yuichiro agradeció para recuperar el aliento la tensión aumento en espera de una respuesta pero antes de que este pudiera nuevamente hablar el monje irrumpió en contestación – Has perdido tu tiempo samurai… el Imperio ya no tiene nada que ofrecerme- dijo dando la espalda a la persona con la que estaba hablando.

Instantes después Yuichiro se giraba sobre sus talones de manera orgullosa y ponía rumbo a su siguiente objetivo dejando al joven monje solo en la cima del pequeño pico “… se entonces el rey de tu montaña dragón…” le pareció oír en susurros al cangrejo.

Nuevamente estaba solo… desde lo que le ocurrió a su familia siempre había sido así y el no deseaba que fuera de otra manera. Se sentó en una fría roca a la orilla de un pequeño riachuelo, tratando de ver su reflejo en el agua, tratando de descubrirse a si mismo de esa manera. En el silencio que le circundaba solo había paz, una falsa paz que nunca podría compartir hasta que una poderosa voz, profunda y penetrante, habló.

-Tenzen. ¿Estas seguro de que el Cangrejo perdió su tiempo al venir a buscarte? – Inquirió Yokuni desde la profundidad de su yelmo – Yo creo que todo evento que se cruza en nuestro camino supone un cambio en nuestro ser interno. También creo que no es tan importante lo que uno desea como lo que realmente debe hacer…- a estas alturas el joven monje no sabía si su señor le hablaba o si tan solo imprimía dichos pensamientos en su mente era una inquietante habilidad de su Daimyo.

El dragón de menor rango sonrió – En fin, tienes razón… como siempre. Además ese cangrejo empezaba a caerme bien. ¿Crees que si corro un poco podré alcanzarle?-

To Be Continued

lunes, 19 de marzo de 2007

Bayushi Aiko, Seda Peligrosa

Era tal y como se lo había imaginado. Un pomposo general León que venía a discutir sobre guerra, estrategia y otros temas intranscendentes. Su cara al encontrarse con una bella mujer también era como la había imaginado, como la de decenas de hombres antes que él. Ella sabía que la bendición de Benten era una poderosa arma y la usaba siempre que podía en beneficio de su clan. Su belleza no tenía par, su cuerpo inspiraba pensamientos indecorosos en cualquier hombre y su carisma inherente se ganaba día a día mas aliados en la corte. Su nombre era cada vez mas pronunciado… Bayushi Aiko.

-Perdonadme Lady-Aiko, esperaba encontrarme con Toshiro-san, no con vos. Mi reunión en poco puede importar a una virtuosa cortesana como vos…- la joven escorpión no tardo en cortar las interminable retahíla que su invitado iba a mostrar en modo de excusa para no hablar mas que con quien desease.

-Ikoma-sama permitid que os acompañe hasta que llegue mi compañero de clan. No niego que Toshiro-san pueda ayudaros en vuestro cometido pero tenednos en mas alta estima y valorad que Shoju-sama ha considerado oportuno que sea yo quien os atienda.- Una encantadora sonrisa ilumino el rostro de la Bayushi cautivando por unos instantes la voluntad del León hasta que esta hizo un gesto para que se sentaran en unos cómodos cojines de seda.- Por favor, contadme que os trae a nuestras tierras y veré si puedo ayudar en algo. Mientras permitid que os sirva una taza de té.

-ejem, ejem…- carraspeó el León mas para recuperar la compostura que para aclarar su voz- Como deseéis Lady-Aiko. Como sin duda sabéis el Unicornio acosa las tierras de mis ancestros desde hace ya varios meses. Por el momento no se ha atrevido a una confrontación cara a cara pero sus exploradores están catalogando nuestras tierras en sus archivos y sus cortesanos no hacen mas que encubrir con maniobras políticas sus indecorosos avances en nuestro territorio. No obstante el León es fuerte y tenemos la suficiente reservas como para plantar cara a esta sucia guerra… si solo fuera…-

-Continuad Ikoma-sama. No dudo de la fuerza de vuestro clan y no vendríais a la presencia del clan escorpión si no necesitaseis “algo”- la dama disfrutaba de cada segundo de la charla pues sabía que lo mas difícil para un León era reconocer que necesitaba ayuda.

-… si solo fuera el Unicornio no habría problema, pero el Cangrejo esta buscando una alianza con los bárbaros. Como sin duda sabéis no es que Yokatsu este interesado en dicha alianza pero un movimiento en falso y nos podríamos encontrar ante una alianza militar de fuerza desproporcionada… y eso no nos conviene a ninguno.-

-“nos”, Ikoma-sama? Porque incluís a los hijos de Bayushi en vuestras especulaciones?- Los ojos de la escorpión miraban con descaro al general León, muy a su pesar el anodino personaje había despertado someramente su curiosidad.

El Ikoma pareció percatarse de la impaciencia de su interlocutora y se tomo la libertad de disfrutar un segundo de la misma. – Mi señora,… como bien sabéis la Grulla es aliada del Cangrejo y no os convendría, como a nosotros, tener de enemigos una fuerza aliada de esos clanes mas el Unicornio. Sin duda es de conveniencia que hagamos un “pacto” mas fuerte...-

La doncella Escorpión devolvió una sonrisa maliciosa a su invitado mientras su pensamientos nadaban en maquinaciones mas perversas “pequeño gatito, no necesitamos aliarnos a vosotros… basta con que impidamos que el Cangrejo se alíe con el unicornio…”

To Be Continued

viernes, 16 de marzo de 2007

Doji Hotarubi, Filo de Invierno

Un hermoso amanecer se vislumbraba en el horizonte, la Dama Sol era generosa esta mañana. Pero la joven Grulla no podía dedicarle tanto tiempo como deseaba en observarlo, su cita matutina estropearía en breve la paz que tan bello espectáculo ofrecía.

Se había preparado como exigía el protocolo, vestía uno de sus mejores quimonos. La seda azul cubría su sinuoso cuerpo, un azul pálido como el hielo que refleja el cielo. Unos pétalos de tonalidades progresivas entre el azul marino y el azul turquesa cubrían el mismo quimono con motivos aparentemente aleatorios pero estudiados para alcanzar tal perfección visual como tan solo los artesanos Kakita pueden conseguir. En este amanecer, recogía su pelo, largo, sedoso y teñido de blanco en honor a sus ancestros, con un ornamento en forma de ave.

-Kakita-sama, el invitado ha llegado – anuncio de forma poco protocolaria uno de sus sirvientes. Se dijo a si misma que después de la comida le reprendería por ello. No solo no podría observar el espectáculo que la Dama Sol le regalaba sino que además debía lidiar con un Cangrejo.

-Haz pasar a Yuichiro-san, sin duda no queremos que se impaciente- dijo delicadamente, casi en un susurro.

Apenas unos instantes después un fornido hombre entró en la habitación. Su cuerpo, curtido por la batalla; su expresión, hosca y desconfiada; su vestimenta, una armadura de porte pesado que denotaba muy poco conocimiento acerca de la etiqueta rokuganí.

-Doji-san, se que no disponéis de mucho tiempo así que iré al grano. Mi nombre es Hiruma Yuichiro, Gunso al servicio de Kisada-sama, señor del Cangrejo. Sabemos que sois una gran duelista y una persona de renombre y obligaciones dentro de su propio clan aun así el Clan Cangrejo se ve en la necesidad de solicitar vuestra ayuda.

Dicho lo cual el cangrejo se arrodillo de la forma mas correcta que pudo. Hotarubi no pudo mas que sonreír al ver el torpe intento de un cangrejo de actuar educadamente. No obstante, este acto también denotaba que realmente debían necesitar de su ayuda si no dudaban en rebajar su orgullo de esa manera.

-No tienes porque dar mas explicaciones, Yuichiro-san. Sé que pedirle algo, lo que sea, a la persona responsable de la muerte de un familiar no es agradable… aun así, ¿que te hace suponer que esta misiva tendrá respuesta?.

-Doji-san, mi visita es oficial no personal. De sobra es sabido que derrotasteis a mi hermano en un duelo legal y se demostró pues que se os estaba difamando –el cangrejo hizo una pausa para alzar la cabeza y mirar a su anfitriona a los ojos, un corto tiempo paso antes de que prosiguiese hablando pero fue lo suficiente para que Hotarubi viera el brillo de la determinación en sus ojos- Quizás algún día crucemos nuestros aceros y se pueda demostrar algo mas.

La hermosa grulla sintió como un escalofrío recorría su espalada pero gracias a sus años de experiencia en situaciones de etiqueta el Hiruma no se daría cuenta, ella no lo permitiría. Además decidió que no era lugar adecuado para discutir sobre ese tema:

-La situación está clara, el Cangrejo necesita a la Grulla y nuestros intereses personales no cuentan en estos momentos. Hoturi-sama, Honorable Daimyo de la Grulla, ha ordenado que ofrezca mis habilidades para todo lo que sea preciso. – La doncella creyó observar una burlona sonrisa asomar en el rostro del cangrejo pero no podría afirmar que no hubiera sido una imaginación suya. Nuevamente la cortesía Grulla prevaleció sobre la indignación ante tal muestra de descortesía. - Te aconsejo que descanses Yuichiro-san, partiremos mañana.

To be continued

jueves, 1 de marzo de 2007

Donde se reunen los Heroes...

En otro lugar, mas alla de este espacio y tiempo,... un lugar donde el Honor es mas fuerte que el Acero, un lugar donde hacer lo correcto puede estar en contraposicion con tus principios...

Rokugan es una tierra de misterio y magia, una tierra de honorables samurai y poderosos shugenjas... adentrate en su historia y serás cautivado para siempre.

Siente los colores de tu clan y defiende tus ideales pero recuerda lo mas importante es ser fiel a ti mismo y honrar a tus ancestros.