sábado, 13 de octubre de 2007

Oveja Negra

Un estanque reflejaba en sus luminosas agua la batalla de la horda de Tsume contra la vanguardia defensiva de Kamoko. Una femenina silueta se movia sinuosamente en la orilla del mismo.

-Querido Manobu – Dijo la sombra a la persona acurrucada a sus pies –Ha llegado el momento de volver con tus compañeros, ha llegado el momento de que todos sepan cuan poderoso es mi subdito-

Manobu se alzó repentinamente como impulsado por una energía que no poseía hasta ese instante. Colocando su Katana en su obi hizo una reverencia a su Dama y se interno en la oscuridad de la estancia que rodeaba a la fantasmagórica luz que emitía el estanque.