miércoles, 27 de junio de 2007

Cortesía

“Sin respeto a tu oponente una victoria no vale nada. Cortesía y educación premisas hacia un digno adversario”

Cortesía, si no eres capaz de valorar las virtudes de los demás serás incapaz de alcanzar siquiera a entender las tuyas propias. Uno de los preceptos de Rokugan es la educación y el formalismo con el que se trata tanto a amigos como enemigos.

Sin esta virtud seremos meros patanes que no son conscientes de lo que nos rodea. El ejemplificar la cortesía nos sitúa en un status mas alto, nos sitúa en la casta samurai.

Cortesía

domingo, 24 de junio de 2007

Deber

Incluso los más grandes guerreros sufren la perdida de los seres queridos. La clave consiste en no dejarse nublar por el dolor sino dejarse iluminar por la senda del deber

Deber, una de las virtudes mas consideradas del bushido. El camino del guerrero exige que cada uno de nosotros se enfrente a sus pasiones con deber y fidelidad. El deber esta por encima del odio, el deber esta por encima de uno mismo, el deber esta por encima del amor.

Sin deber somos poco mas que animales que no distinguen entre lo que se tiene que hacer y lo que se hace. La determinación del acto implica seguridad y control en el mismo… el deber nos permite alejar dudas, el deber nos permite mantenernos firmes frente a los débiles de voluntad.

Deber

viernes, 22 de junio de 2007

Percepción Maldita

Las tierras cangrejo eran tal y como se las había imaginado. Grises, lóbregas, duras… inhóspitas para mas del ochenta por ciento de la población Rokugani. Sin embargo observa como sus habitantes no apreciaban la incomodidad de su hogar daba que pensar.

Los campesinos trabajaban día y noche para abastecer del alimento necesario a las tropas de samurai y a sus familias. Portaban armas en sus cintos por si se topaban con alguna incursión de las tierras sombrías y una fuerte marca de convicción se dejaba entrever en cada uno de sus gestos. No trabajan solo para vivir sino que lo hacen para sobrevivir pues en un lugar tan difícil, en un lugar donde cualquier día puede ser el último, tan solo puedes hacer lo que te toque de la mejor manera posible.

Este carácter inquietaba a Nyogen. No podía evitar sentirse reflejado en muchos aspectos con los habitantes de la muralla y sus alrededores. El era firme y constante como ellos. Su vida se media en lo que podía y lo que no podía hacer, lo mas importante para él siempre había sido conocer sus limites… pero últimamente su “paz interior” estaba siendo mermada por sus sentimientos alguien de su actual grupo perturbaba sus sentidos. Al menos en estas tierras podría encontrar las fuerzas necesarias para mantener su firmeza un tiempo más.

Por el contrario Isawa Io, discípula de agua, no es que no considerase interesante estas tierras pero su atención se centraba mas en los samurai que las defendían y en lo que se hallaba mas allá de la muralla. Los samurai que defendía la muralla habían realizado su labor ancestral durante mas de ochocientos años… ¿cómo conseguían no aburrirse?. El espíritu inquieto de la joven fénix la imbuía de curiosidad y ansias de conocimiento pero lo mas importante de todo al fin conocería las Tierras Sombrías, lugar de corrupción y maldad mas allá de todo lo describible, ¿cómo serían? Era lo único en que podía pensar Io, sin duda un gran reto para su persona.

Ninguno de los dos Fénix pudo acompañar a amigos en la primera incursión en los peligrosos terrenos de Fu Leng. Ambos debieron acometer los rituales y meditaciones precisas para tal efecto y esto les llevaría varios días. Para ambos fue una pena el perder tan grandiosa oportunidad de ampliar sus conocimientos. Lo que no sabían es que Kuni Yori buscaba a los Shugenjas del grupo para informarles de una antigua profecía que tenia que ver con los escritos que había dejado de legado Kikuchiro. Por suerte para los Fénix no llegaron a ver al inquietante ser que tan solo les dejo un nota en sus aposentos:

… Y en su tercer encuentro el siervo del maligno solo podrá ser derrotado por el arma de un samurai caído en desgracia, por el alma de un samurai que yacerá en las profundidades de la bahía de coral,… Nadie salvo la sangre de su sangre sabrá la verdad para enfrentarse al mal…”


viernes, 15 de junio de 2007

Hijo Predilecto (Interludio)


La sombra parecía no tener peso, no ser humana…ligera como hoja que lleva el viento, liviana como el aire que respiramos pero veloz, veloz como fragata que surca los mares. Su silueta imprecisa hacía imposible que la distinguiera el ojo distraído, incluso para aquellos entrenados tan solo sería como un borrón negro en la lejanía.

Shosuro Koromaru había sido entrenado para no ser visto, había sido entrenado para no ser oído y había sido entrenado para que fuera imposible recordarle, a todas luces era un hombre que no existía. Ahora se aproximaba al objetivo de su misión y lo sabía.

Un camino secundario como otro cualquiera de los que se ramifican de las carreteras principales de Rokugan pero Koromaru veía mas que los demás, veía un sendero perfecto para las emboscadas por los árboles situados a sus lindes y la arenosidad del terreno. También sabía que eso mismo habría pensado su hermano y por eso sentía que ya estaba cerca…

Cuanto se lamentaría de tener razón al hallar el inerte cuerpo sin vida de Bayushi Sugai, cuanto maldeciría su tardanza al ver como la descomposición ya había hecho mella en su hermano. Sus asesinos ya hacía días que habían huido, tal vez una semana, y habían dejado el cadáver muerto de su enemigo en medio del camino… "sin duda los asesinos tenían tan poco concepto del honor como el mismo" se dijo el Shosuro.

“Yo no dejare sus cuerpos inertes en la carretera… yo colgare sus cadáveres destripados de los arboles mas próximos a sus hogares para que los demás admiren la debilidad de su interior” se juró Koromaru mientras abrazaba lo que hasta hacía poco había sido lo mas importante para él.

To be Continued

martes, 12 de junio de 2007

Seda de Tristeza

El interminable parloteo del mercader mantis empezaba a aburrir al joven cortesano. – Si, Doji-sama, este kimono es de la mejor tela que podáis encontrar…-

-La mejor seda que pueda encontrar Echimaru esta en tierras Grulla. Esto no son mas que sucedáneos de las maravillas capaces de desarrollar por parte de un artesano Kakita.- Al joven Doji le encantaba ver la expresión de aprieto que se adivinaba en el rostro del comerciante. – No obstante, lo cierto es que no me hallo en mis tierras y tendré que conformarme con tus vulgares mercancías…-

-Gracías Doji-sama- Llego a decir el Echimaru antes de que Nakamura volviera interrumpirle abruptamente – Toda vez que no consentiré que mi hermana se ponga cualquier cosa. He movido mucho hilos para poder encontrar tu tienda en estas tierras y sé de las telas que dispones en tú haber.-

Nakamura pudo observar como el comerciante tragaba saliva y apartaba su mirada nerviosamente – Pero… Doji-sama, la seda de tristeza es un bien demasiado raro y caro… no creo que podáis… –

-Lo que pueda o no pueda hacer no es asunto tuyo Mantis. Soy un Grulla, descendiente de la mismísima Dama Doji y como tal solo debo optar por lo mejor – El mercader se quedó callado durante unos segundos oteando al Grulla de manera pensativa y poco a poco de manera descarada.

-Como deseéis Doji-sama. Serán 50 kokus y el quimono lo tendréis para dentro de siete días.

-Serán 15 Kokus y lo quiero para mañana.

La risilla del mercader era desagradable y hasta cierto punto inquietante.- Sois duro y persistente Doji-sama… que sean 40 kokus y tratare de conseguirlo en cinco días-

-Echimaru, no entretejas hilos si no sabes hacer nudos. Tienes tres días y pagare 25 Kokus.- la oferta sonó mas como una amenaza que como lo que pretendía ser.

Otra vez la molesta risa del comerciante –Muy bien Doji-sama. Tres días,… 30 kokus.-

-Hecho- fue la única palabra que salió de los labios del Grulla, un brillo de seriedad y decisión, calma y confianza se podía vislumbrar en sus ojos.

-Entonces el trato esta cerrado Doji-sama.- el desagradable hombrecillo reía nuevamente entre dientes. -… hubiera aceptado venderlo por 20 kokus…- dijo burlonamente el comerciante.

“Y yo hubiera aceptado comprarlo por 40 kokus puesto que ese material vale 60” penso Nakamura sonriéndose a sí mismo. – Sea como sea, Echimaru ten el encargo listo en la séptima torre en tierras cangrejo.- Dicho esto, el grulla acompañado por el sonido de sus sedas rozando entre si abandonó la sala sin dignarse a mirar nuevamente al mantis.

Tres días después, La muralla cangrejo, la séptima torre. Una caravana portaba un excepcional quimono de un gris claro que bajo la luz de la luna brillaba como un blanco puro. Su tacto más suave que la caricia de un amante. Sus motivos de telarañas en los bajos bordadas en plata y de llamas azules oscuras en las mangas estaban perfectamente cosidos y eran de una delicadeza y buen gusto que hacían pensar al observador que dicho objeto solo podían haberlo elaborado los Kami.

Un regalo de una amante y devoto hermano… un significado mas profundo del que la persona que iba a lucirlo pudiera distinguir.

To be continued

jueves, 7 de junio de 2007

Lobo Solitario

Mientras algunos decidían si pasar por el inestable puente otros se plateaban muchas menos dudas al respecto y esperaban ya en el otro extremo. Hoshi Tenzen admiraba el paisaje y a sus compañeros con su característica sonrisa de satisfacción que mas parecía desafiar que tranquilizar a quien la veía.

La madera del puente colgante era vieja y estaba en mal estado. Cuando el monje lo cruzó el crujir de las maltrechas tablas provoco aprensión en algunos de los héroes. Manobu, el escorpión, también había cruzado y esperaba pacientemente.

Cuando el grupo parecía disponerse a seguir su camino enfrentándose al riesgo algo inesperado ocurrió… un ronin estaba atravesando el puente en dirección contraria a la suya. Un ronin se atrevía a tomar el camino antes que ellos, un samurai sin señor con la arrogancia suficiente como para no darse cuenta de su impertinencia.

Hotarubi no podía permitir tal afrenta a las casas de los grandes clanes. Se interpuso en el camino del guerrero.

-Ronin, nosotros somos quienes cruzamos el puente. Harías bien en apartarte y dejar paso a tus superiores.

Con una burlona sonrisa el samurai sin señor contestó – El puente es muy estrecho y si tengo que esperar a que os decidáis a cruzarlo puede alcanzarme la noche Doji-sama- su mirada era provocadora, su porte seguro… su insolencia inaceptable penso Hotarubi.

-Permite que me presente. Mi nombre es Doji Hotarubi, descendiente de la Dama Doji y seré yo quien te enseñe modales – dijo la hermosa doncella mientras acercaba su mano con elegancia y delicadeza a la empuñadura de su espada.

Algo en los ojos del ronin cambió, si alguien hubiera sido lo suficientemente perceptivo se habría fijado en que lo que brillaba ahora en los ojos del mismo no era arrogancia sino melacolía. – Sea Doji-sama, Mi nombre es Sato y mi espada esta dispuesta para vos-.
...

sábado, 2 de junio de 2007

Toshimoko, Maestro de Iaijutsu

Para el cobarde, no hay vida
Para el heroe, no existe la muerte

Una leyeda, aún muerta, es recordada durante generaciones. Es reverenciada años despues de su fallecimiento y sus gesta se narran y perduran en el tiempo trascendiendo la mortalidad.

El miedo a la otra vida no es mas que un lastre para las almas debiles. Si de verdad se quiere marcar la diferencia hay que arrojarse al peligro y enfrentarse a nuestros miedos a la cara.

Sin riesgo no hay gloria...

Por el Emperador!!!