Cierro los ojos y no veo nada, ese concepto abstracto e incluso dificil de definir. Contrariamente a lo que muchos pensarían no noto el ritmo de mi respiración pues no respiro.
Un momento.
Ahora veo algo, una luz. Una infima llama de tonos verdes y azulados en lo que mi mente quiere definir como una gran distancia. Llama mi atención con una minuscula chispa no como un gran faro que me guía sino como una oportunidad en la que tengo la posibilidad de elegir si tomarla o no.
Pequeña, remota... tal vez, intrascendente. Pero como todo hálito de esperanza con grandes expectativas de arder y convertirse en una nova que ciegue la oscuridad que nos rodea.
Tan solo un simbolo visible en mi mente, en mi frente. Dos palabras...
Sol... Invicto...
Me alzo extrepitosamente absorviendo el aire que me había sido negado, recuperando el control de mi cuerpo a cada instante.
La energía del sol fluye por mi ser, mas trascendental que la sangre, mas profundo que el alma, forma parte de mí como la arena forma parte del desierto. Noto el aire caliente a mi alrededor con cada respiración profunda que tomo.
Ellos se alzan frente a mi, con sus armas, pero ya no son una amenza... no son nada.
jueves, 27 de agosto de 2009
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2 comentarios:
No está mal, aunque esta vez el estilo de escritura me resulta un tanto recargado...
Esto es un proyecto de "futuro" como tantos otros que tengo en el tintero...
Premio para quien adivine la ambientación ;)
Un saludo
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