Primer Encuentro

La horda de las tierras sombrías avanzaba sin prisa. Cada ciudad, pueblo o aldea que se cruzase en su camino hacia Kyuden Utaku sería devorada y absorbida en su seno, mancillada hasta la última fibra de su ser volviendo todo lo bueno que pudiera haber en sus habitantes en maldad vacía y carente de vida.

Por suerte para los residentes del palacio de las doncellas de batalla un mensajero había conseguido sobrevivir hasta entregar su mensaje a uno de los invitados de las tierras unicornio “él viene por el oeste” le dijo a Isawa Io. Antes de morir alerto a sus compañeros de clan del súbito y repentino ataque por parte del corrupto contingente con la suficiente antelación como para que solo unas pocas y pequeñas aldeas hubieran engrosado las filas de los malditos… aún así para sorpresa y disgusto de los soldados que acudieron a su encuentro, a tres días de Kyuden Otaku, la horda se componía de cerca de dos mil quinientos soldados entre las tropas de caballería, las de infantería y los campesinos levantados como muertos vivientes.

Los defensores de los hijos del Kirin eran apenas un millar y sabían que cada uno de ellos que cayera en esa batalla se levantaría como uno de los hijos de Fu Leng. La desesperación y el desaliento se apodero del ejercito mientras que a Hotarubi le pareció vislumbrar algo en las filas enemigas, entre las llamas y el humo del poblado que habían saqueado, una imponente figurar surgía del Caos y los corruptos y no muertos le abrían paso. Otaku Kamoko, al mando del ejercito Unicornio, susurro unas palabras para darle nombre al horror que la doncella Grulla había divisado – Moto Tsume –

-Kamoko, lidera las tropas y aguanta al contigente enemigo- ordeno Yokatsu a su lugarteniente –Yo me dirigiré a Kyuden Otaku para avisar del ataque y así poder reunir a las tropas. Henzo, indica a diez de tus mejores jinetes que nos acompañen en nuestro viaje de vuelta… necesitare mensajeros para alertar a las aldeas de los alrededores.- Dicho esto y tras ver como la doncella asentía y acariciaba a su corcel, Hachiman, partió de inmediato mientras ambos contingentes se preparaban para la batalla.

Para los aventureros Fénix era la primera batalla a la que se enfrentaban igual que para el resto de sus compañeros pero la naturaleza pacifista de estos combinado con el horror de ver por primera vez las hordas de la oscuridad hicieron desear a los Shugenjas que se tratase de un mal sueño. Mientras la duelista Grulla se situó en la vanguardia del ejercito con la intención de llevarse por delante cuanta carne muerta se cruzase en su camino.

La batalla fue breve y brutal… ante la atenta mirada de Makoto las tropas del ejercito unicornio fueron mermadas asalto tras asalto pese a los fútiles intentos tácticos de Kamoko, la horda era demasiado numerosa. Ni siquiera su compañero Tenzen pudo mantener la posición en el cruento combate y mientras se veía obligado a retirarse escucho como la oficial al mando ordenaba el mismo movimiento.

-REPLEGAOS!!! – Fue la obligada orden de Kamoko.

Para Makoto solo significaba una cosa... una derrota para el grupo de compañeros que compartían viaje, mientras volvían hacía Kyuden Otaku se daba cuenta de que pronto deberían volver a enfrentarse a la horda y que cuando lo hicieran un segundo fracaso significaría la muerte.