Segundo Encuentro

Aún cuando lo recuerda, Tenzen, no puede creer lo ocurrido. Tantos compañeros caídos... ¿no eran acaso ellos los elegidos?.

Makoto e Io dos nombres que sin duda serían olvidados de la historia por el paso de tiempo, dos nombres que el se encargaría de recordar y de mantenerlos vivos en su memoria.

Tres Horas antes

El palacio Otaku se había visto sitiado por las hordas de Fu-Leng y al mando de las mismas estaba el infame Moto Tsume. Solo había dos posibilidades aguantar o morir. Sus compañeros habían decidido permanecer dentro del castillo, la opción mas lógica y segura, en el corazón del mismo protegiendo a una incauta cortesana escorpión que se había negado a retirarse, en cambio Tenzen permanecía fuera del mismo palacio a una distancia prudente de la batalla esperando su momento.

Cuando las tropas de corruptos e infestos campesinos aparecieron al completo en el horizonte el dragón sonrió, se levanto de su postura de meditación y se quito tranquilamente la parte de ropa que cubría su torso.

_____________________________

En el interior del Kyuden nadie imaginaba que aquello se convertiría en una tumba de piedra. Un poderoso maho-tsukai conjuró a los mancillados elementos que dominaba para que asediaran a Bayushi Kachiko, la cortesana a la que debía salvar. Terrible criaturas de veneno y ácido surgieron de las sombras de la estancia donde se hallaban a la vez que las mismas paredes de la sala se combaban y deformaban para dejar paso abruptamente a mortales estalactitas de negra obsidiana.

Muchos sacrificios se hicieron en aquella "mortaja". Makoto dio su vida por la de la señora de su clan, Manobu dio su alma por su amada, Io murió en la cruenta batalla sin posibilidad de servir a su clan.
_____________________________

La llegada de los jinetes Moto que estaban esperando conllevó la victoria, pero no el jubiló. Gracias a la maniobra de distracción de Hoshi Tenzen, arriesgando su propia vida, consiguieron que la tropas de elite del clan unicornio llegaran a tiempo para vencer por segunda vez al ejercito del oscuro pero no sin un gran coste para el bando victorioso...

Dos compañeros, dos valerosos héroes...

Recuperarse duro, olvidarlos jamas

To be continued